TIERRA DE CAMPOS: PUEBLOS DE NUESTRO ENTORNO
Este nuevo espacio que ponemos a disposición de los visitantes de nuestra web, interesados en saber el inicio y los avatares históricos por los que han transitado los vetustos pueblos de nuestra zona, está diseñado con la intención de dar a conocer la historia que atesoran todos estos municipios, hoy modestos, pero fueron algún día grandes, y satisfacer de esta forma la legítima curiosidad de los visitantes de nuestra página web.
Crucero de San Cristóbal
(Villarramiel)
Hemos elaborado unos pequeños vídeos donde plasmamos curiosidades, sucesos, costumbres y tradiciones que nos muestran de una forma breve el sello propio y singular de cada uno de ellos y el estilo peculiar e inconfundible de sus gentes que poco a poco fueron amasando y engrandeciendo su rica historia.
Dado lo extenso del territorio hemos tratado de acotarlo en un ámbito comprendido entre los valles del Sequillo, el Valderaduey y el Canal de Castilla, o lo que podríamos considerar el riñón de Campos, donde abundan pequeños pueblos y villas donde hay historia, mucha historia, arte y rescoldos de viejas tradiciones y olvidadas grandezas.
Tratamos de dar un conocimiento breve, pero a la vez detallado, de un territorio heredado de los vacceos, el pueblo más culto y adelantado de la época, quienes fueron los primeros pobladores que se asentaron en pequeños núcleos sobre las lomas de estos ríos y que luego serían repoblados en el siglo X por mozárabes y nobles en algunos casos sobre estos mismos asentamientos.
Formando un círculo, asentamiento vacceo de Los Castillares ( Gatón)
Es este pueblo celtibero de quien hemos heredado nuestras señas de identidad, como su dedicación a la agricultura, por algo se conoce a la zona como el granero de Castilla, el pastoreo y sus construcciones típicas a base de barro crudo que ha llegado a nosotros en la arquitectura del adobe, las bodegas y sus tradiciones paganas de donde dicen algunos historiadores que derivan las danzas de palos tan extendidas por esta zona.
Castillo de Belmonte de Campos
Fue zona de límites fronterizos entre los reinos de Castilla y León y por eso abundan sobre los cerros, robustas torres o torretas, la mayoría de ellas en tapial, testigos mudos de luchas fratricidas entre hermanos y dramáticos episodios comuneros.
El arte que atesoran en su interior las iglesias y pequeñas ermitas cristianas de la Edad Media, desde fuera sería inimaginable y aquí podemos ver el sello de obras tan identificadas con Tierra de Campos como Alejo de Vahía, Pedro y Alonso Berruguete, Juan de Juni, Pedro Balduque, Juan Manuel de Becerril, etc.
La luminosidad de su paisaje cautivó a no pocos escritores y poetas como Machado, Unamuno, Azorín, Simón Nieto o Delibes que describen esta extensa planicie desarbolada salpicada de algunas lagunas y decorada con las ruinas de multitud de palomares tan típicos de esta zona, pero que durante siglos fueron parte importante de la economía familiar.
Iglesia de Santa María (Castromocho)
Esperamos ir poco a poco incorporando cada uno de los pueblos de nuestro entorno como pequeño homenaje al excelente trato que dispensaron a nuestros queseros cuando se dedicaron durante siglos a la compra del queso de la zona para luego comercializarlo en las grandes ciudades.