El buitre, nuestro nuevo vecino

Debido a la desaparición de los muladares (basureros, vertederos, lugares donde se depositaban todo tipo de basura y animales fallecidos) donde estas aves rapaces necrófagas encontraban buena posada para su sustento, se explica que cada vez sea más fácil verles en zonas llanas como los campos de nuestro pueblo.

Muchos creen que poseen un extraordinario olfato para detectar los manjares que le ofrece la naturaleza, pero bien se dice que esto es incierto, que en realidad están dotados de un excelente sentido de la vista, que les permite abarcar varios kilómetros a su alrededor.

¿Y qué pasa si el alimento se halla entre maleza y no se visualiza con facilidad? Estos animales que se alimentan en grupo, también trabajan en grupo, de tal manera que cada uno realiza una búsqueda casi a diario de una determinada área y cuando uno de ellos encuentra el animal muerto, porque dicen que no atacan nunca a seres vivos, desciende para disfrutar del alimento y el resto de compañeros al ver la maniobra, entienden que hubo suerte y que ha encontrado la presa, acercándose todos a compartir, aunque no de muy buena gana el manjar.

De igual manera les sirve contemplar a otros animales incluso a los leones y a las hienas, cuando están en busca de alimento.

Las aves que tienen crías vuelven al lugar donde las dejaron para alimentarlas mediante la regurgitación (expeler por la boca sustancias del esófago o del estómago).

Como último comentario diré a favor del Buitre que si bien tiene fama de sobrevivir a cuenta de la desgracia ajena (muerte de otro ser vivo) es un excelente convecino para la naturaleza, ya que gracias a la limpieza que realiza de cadáveres, evita posibles focos de infección.