Ir a Carnavalada en Villafrades

Una vez que parece que ha pasado lo peor tras las persistentes lluvias de este invierno, me parece interesante que los seguidores de Villafrades.net conozcan cómo se viven estas situaciones desde la responsabilidad municipal y cómo se desarrolla la gestión de una crisis como ésta, que ha sido realmente de envergadura. Por suerte, Candi Sánchez acaba de publicar en este medio el interesante artículo "Cuando el río suena agua lleva", que narra el episodio y aporta pinceladas desde una perspectiva humana, reflejando los sentimientos, temores y vivencias de los villafradeños en estas circunstancias. Por ello, yo voy a abordar el asunto desde el punto de vista institucional, que sin duda complementa al anterior y permite tener una visión completa de lo ocurrido en Villafrades el 10 de febrero pasado.

De todos es conocida la amenaza que pende sobre nuestro pueblo en las temporadas de lluvias intensas, por el riesgo de desbordamiento del Sequillo y de su afluente el Berruez. La lejanía de la última riada, de la que conmemorábamos recientemente el 50 aniversario, puede que haya hecho que los más jóvenes hayan perdido parte de los temores ancestrales, casi genéticos, que llevamos dentro los villafradeños en relación con este problema. Seguramente también, la gente llegada más recientemente al pueblo y los que conviven con nosotros solo en temporada verano, ajenos a estos avatares, no sean conscientes de esta amenaza.

Pero la Historia tiene bien datadas numerosas inundaciones ocurridas en Villafrades y la Naturaleza no cambia fácilmente sus hábitos a mejor. En todo caso, parece estar haciéndolo a peor, como muestran las catástrofes naturales que proliferan últimamente, achacadas al cambio climático.

Este invierno está siendo muy lluvioso, con una pluviosidad más del doble de la media histórica en estos meses, lo que ha provocado que los ríos de Tierra de Campos, entre ellos el Sequillo, hayan sido noticia en los medios por las amenazas de desbordamiento. En Villafrades, tras un fin de semana de lluvias abundantes, que caían sobre un campo completamente saturado, lleno de lagunas en todas las zonas bajas y sin capacidad para absorber ni una gota más de agua, el lunes día 10 de febrero amaneció con una notable crecida del Sequillo. Como es habitual, la corriente arrastra la maleza seca del cauce, fundamentalmente espadañas y carrizos, que se mezcla con barro y se acumula contra los pilares de los puentes, único obstáculo que encuentra a su paso. De este modo, se van formando presas que taponan los ojos de los puentes y dificultan el paso del agua, que acaba embalsándose.

El Ayuntamiento se movilizó rápidamente, constituyéndose una especie de "Gabinete de Crisis". Mi situación de ingreso hospitalario dificultaba mi margen de maniobra, pero la corporación entera estaba volcada en el asunto. Tras la primera conversación con el teniente-alcalde, F. Javier Sánchez, en la mañana del lunes, me puse al corriente de la situación y comenzamos a trabajar. Acordamos que él llamaría al 112 de Protección Civil, como establece el protocolo en estos casos, para pedir una actuación de emergencia sobre el puente de la N-610. La respuesta fue que tomaban nota de la incidencia y que enviaban a la Guardia Civil a cursar visita sobre el terreno e informar de la gravedad de la situación. Avanzada la mañana volvimos a contactar para valorar los avances, que no se producían.

Cronología de las gestiones más importantes realizadas por el Ayuntamiento: Ver detalle de llamadas

15:31 El teniente de alcalde me informa de que la Guardia Civil está visitando la zona cada hora pero no valora como de riesgo inminente la situación. Me informa también de que, a instancia de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) se ha tenido que abrir la presa de Herrín de Campos para aliviar allí el nivel de las aguas por riesgo de desbordamiento en Boadilla de Rioseco. Esto eran muy malas noticias para Villafrades porque, como ocurrió de hecho, el agua llegaría en avalancha a las pocas horas arrastrando además más maleza por la fuerza de la corriente tras el desembalse, terminado de taponar los ojos del puente.

15:40 Llamada al Presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, (aunque la Diputación no tiene competencias sobre este problema) para pedirle algunos teléfonos que no tenía a mano al no tener mi agenda institucional en el hospital. El teléfono estaba apagado. Estaba reunido.

15:52 Llamada al Delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, que también estaba enfermo, pero que me facilitó los teléfonos del Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León, Pablo Trillo-Figueroa, al tratarse de un tema, según él, de competencia de la Junta. También me aconsejó que hablara con José Valín, Presiente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) al que, lógicamente, le competen los problemas de esta índole. Yo seguí sus consejos, aunque la experiencia de otras actuaciones pasadas me decía que el tema acabaría volviendo al ámbito de la Delegación del Gobierno al ser el puente de titularidad estatal por tratarse de una carretera nacional que se gestiona a través de la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León Occidental (DCE) con sede en Valladolid.

16:02-16:45 Contacto con Pablo Trillo (16:02) y con José Valín (16:10 y 16:45). Les expongo la gravedad del asunto y les digo que se olviden de los partes de la Guardia Civil y escuchen a los lugareños, verdaderos conocedores de la amenaza inminente y real que se cernía sobre Villafrades: Si no se desplazaba en las próximas horas una máquina de la envergadura suficiente para retirar la maleza del puente, la catástrofe estaba asegurada. Los dos me dijeron que se ponían con el asunto y que me mantendrían informado de los avances a lo largo de la tarde. Todo ello con ciertas dudas expresadas por ambos sobre de quién era la competencia real para realizar la intervención: Las emergencias por catástrofes naturales corresponden a la Junta, pero el río es de la CHD y la carretera (y el puente) de la DCE.

16:28-17:20 Nuevo contacto con el teniente-alcalde al que se había unido también el otro compañero de corporación, José Carlos Rodríguez, que seguían llamando a Protección Civil insistentemente para reclamar una intervención urgente. Les transmití las novedades delas gestiones realizadas y quedamos en contactar en cuanto hubiera algún tipo de movimiento.

17:34 Llamada de José Valín. La CHD desplazaba una máquina pequeña de la zona, que estaba limpiando el puente de Gatón, para que limpiara hasta donde fuera posible. La limpieza en Villafrades es mucho más compleja que en Gatón por las mayores dimensiones de nuestro puente, debido a la desembocadura y a la mayor anchura y altura de la carretera. Además, para poder actuar hay que cortar el tráfico con autorización y presencia de la Guardia Civil.

17:36 Contacto con el teniente-alcalde para comunicárselo y me transmite que ya está allí la máquina enviada por la CHD. También se ha desplazado a Villafrades la empresa Collosa, concesionaria de la conservación de la Carretera, y la Guardia Civil cortando el tráfico.

18:23 Llamada del Secretario Territorial de la Junta. Me informa de que habían hecho gestiones con la DCE consiguiendo el compromiso de Javier Payán, Jefe de la Demarcación, de completar en los días siguientes la limpieza parcial que iba a hacer la CHD, desplazando para ello una máquina con una pluma de 30 metros, necesaria dadas las dimensiones del puente.

22:34 Llamada del teniente-alcalde. La situación está controlada. Se han limpiado cuatro de los cinco ojos del puente, hasta donde alcanzó la máquina, que quedó averiada en el Camino a Herrín. El nivel del agua había descendido notablemente. El propio José Valín en persona había estado en Villafrades verificando la intervención, lo que constituye un detalle de profesionalidad por su parte y una muestra más del interés que siempre ha demostrado por nuestro pueblo en los sucesivos ámbitos de competencia que ha gestionado. Había sido una jornada agotadora por el frío, la lluvia y, sobre todo, por la tensión vivida.

En los días siguientes continuaron las conversaciones con el teniente-alcalde quien me informó de que limpieza prometida por la DCE no se había realizado. Siguieron más llamadas al Delegado del Gobierno, al Subdelegado en Valladolid, José Antonio Fernández Bermejo, y a Pablo Trillo-Figueroa. La limpieza final se aplaza dado que la situación ya no es de emergencia. El Ayuntamiento seguirá exigiendo esta actuación para prevenir problemas en el futuro.

Reflexiones finales

Para terminar, aprovecho la ocasión para dar mi opinión personal sobre el desarrollo de los acontecimientos y realizar algunas reflexiones de carácter político que creo que vienen perfectamente al caso:

1.- La amenaza de riada en Villafrades no es una cosa del pasado. Es cierto que la capacidad para resolver el problema es en la actualidad mucho mayor que en otros tiempos, pero no debemos bajar la guardia. La labor preventiva es fundamental en este asunto y la DCE ha recibido en los últimos años varios escritos del Ayuntamiento reclamando la limpieza del puente donde se acumulaban restos de las últimas avenidas, que no fueron atendidos por considerar que la situación no era de riesgo. Los restos de maleza se compactan y facilitan la formación de la presa cuando llega una crecida como la que se ha vivido este invierno.

2.- El Ayuntamiento de Villafrades, y los vecinos en general, han estado a la altura de las circunstancias. Mis felicitaciones en especial al teniente-alcalde Javier Sánchez.

3.- Vivimos en un país muy complejo desde el punto de vista político y administrativo, con demasiados niveles de decisión y numerosos desajustes de competencias, de los que este problema es una muestra. Finalmente, a pesar de la complejidad del reparto competencial, las instituciones han funcionado, pero es inadmisible que se produzcan estos desajustes en asuntos graves, donde la agilidad en la toma de decisiones resulta crucial. El Ayuntamiento exigirá a todas las instituciones afectadas unos protocolos claros de actuación para el futuro.

4.- En pleno debate estos años sobre ordenación territorial y sobre la posibilidad de que núcleos rurales como Villafrades pudieran perder en el futuro su condición de municipios, estos hechos ponen de relieve, con gran crudeza y dramatismo, lo descabellado de una decisión en ese sentido. En estos pequeños pueblos, tan castigados por la despoblación y el abandono, lo único que queda reconocible y con capacidad de interlocución real con administraciones superiores es el Ayuntamiento. Su desaparición traería consecuencias desastrosas para el medio rural, para sus habitantes y para toda la gente que queremos a nuestros pueblos, donde se encuentran nuestras raíces y nuestra Historia. Por esta razón, en la modesta medida de nuestras posibilidades, haremos oír nuestra voz en defensa de la pervivencia de los pequeños ayuntamientos.

Ir a Amenaza de riada y "Gabinete de Crisis" en el Ayuntamiento de Villafrades

Algunos este fin de semana dispusimos de algunos días libres en el trabajo, y aprovechando esa ilusión de libertad, y cargados de telas de colores, nos marchamos al pueblo a disfrutar con lo de siempre. Como suele pasar en estos tiempos, las fiestas las adaptamos a las necesidades del personal, así que la fiesta de carnaval la trasladamos al sábado. Así aquellos que estaban obligados a regresar a sus lugares de trabajo el mismo Lunes, podían disfrutar de la fiesta.

Y ya se sabe, donde hay niños, estos se convierten en los verdaderos reyes de la fiesta y del jolgorio. Así, niños y grandes, vestidos de vaqueros, de policías, princesas, sirenas, frutas y flores, pasaron una tarde estupenda haciendo máscaras, comiendo "piratartas", desfilando con toda elegancia en el sindicato. Hubo premios para todos, juegos de silla y momentos divertidos.

Villafrades tiene una gran tradición carnavalera y teatral, sobre todo entre las mujeres, como cuentan las mayores del lugar. Quizá no sea tarde para empezar a pensar en el del año que viene, y siguiendo su estela, montemos algún teatrillo que anime aún más al personal, chicos y grandes, a volver adelantándonos a las flores que sea como sea, llegarán en breve a nuestros campos.