Versos a la Virgen en años de pandemia

Oh! Virgen de grijasalbas
Bello rostro de la aurora
Aqui regresa tu pueblo
Que a tus plantas se coloca
Jubiloso a presentarte
Tu procesión, y tu jota.
Volvemos llenos de ansia
De ver tu manto pasar
Por las calles de tu pueblo
Bajo tu dulce mirar.
Que vuelva tu pasacalles
A todos emocionar
Hay quien recorre distancia
Para poderte admirar
Otros viven a tu lado
Te suelen acompañar
No falta quien desde lejos
Hoy también te pensará
Con el alma entristecida
Por no poder caminar
Con el vaivén de tus andas
Al ritmo de tu danzar.

El alma viene cansada
Tras el duro batallar
Que ha minado nuestras fuerzas
Nuestras ganas de luchar
Años duros han pasado
Sin tregua en la enfermedad,
Guerra, falta de trabajo
Pobreza y oscuridad
Fuego rojo interminable
Que sube a la inmensidad
Dejando tierra sin vida
Desolando a su pasar.
Algunos hemos perdido
Trocitos de corazón
En partidas para siempre
En un doloroso adios
Escapando entre los dedos
Pedazos de nuestro amor
Cuanto pesa la maleta
Cuanto mas vacía esta
La pena se vuelve amiga
Nos llena de soledad
Y el ánimo necesita
Ese dulce recordar
Y a pesar de la tristeza
Quiero los ojos alzar
Y veo que quedan rostros
Tesoros a los que amar
Vecinos, muchos amigos
Que la mano saben dar.
Que si no llenan vacíos
Espacios saben llenar.

Como somos bien nacidos
Sabemos agradecer
Aquellos que nuestro pueblo
Se esfuerzan por proteger
Nuestro alcalde, concejales
Toda la corporación
Decidiendo en lo difícil
Por más que cause dolor.
Gracias damos a tu danza
Que nunca quiso faltar
Ni en los años mas aciagos
Dejó de venirte a honrar
Y si los pies no bailaron
El corazón sin parar.
En cuanto pudo las cintas
Volvieron a despuntar
El sudor, las avellanas
Lazos de palotear
Detentes faldas mandiles
Y la dulzaina sonar

Sin duda sabes señora
Lo duro que todo es
En tierra tan vacíada
La costumbre mantener
Te pido a ti soberana
Que en este pueblo resides
Que protejas su cultura

¡Virgen de Grijasalbas!
Ante tu imagen querida
Traemos nuestros anhelos
Aquí tienes a tus hijos
A tu gente y a tu pueblo

Soñábamos celebrarte
Con la mayor alegría
Queríamos abrazarnos
Ante tus plantas benditas
Rozarnos mano con mano
Recuperar nuestra vida

El año ha sido difícil
Con sombras y soledad
Se ha hecho largo el desconsuelo
La incertidumbre , el penar
Hemos trabajado duro
Esperando mejorar

La distancia, mas distancia
No nos permite tocar
A los que tanto queremos
Las manos que tanto dan
Y tan solo con los ojos
Nos hemos podido amar.

Algunos se nos han ido
entre tanta soledad.
Conforta los corazones
que buscan sin encontrar,
consuelo en las amarguras
que han tenido que lidiar.

Seguimos aquí señora
Y te venimos a honrar
A darte madre las gracias
Por el amor que nos das
Y enredado entre tu nombre
Nos enraiza a este lugar

Ayudanos madre mía
Empujanos al andar
Hace falta mucho esfuerzo
Y amor para levantar
Todo lo que se ha caido
En todo mundo y lugar

¡Oh, Virgen de Grijasalbas!
Aquí te traigo este verso,
un trocito de mi alma
en palabras enredada.
Es sencilla poesía
pero con amor cantada.
No faltamos a la cita
los que tanto te queremos
y aquí tienes otro año
a tu chiborra, a tu pueblo

Vengo con la frente baja
de dolor y sufrimiento,
a pedirte más que nunca
tu protección y consuelo,
pues los golpes de la vida
nos han azotado el cuerpo,
y ha sido el año más duro
que hubiera en nuestro recuerdo.

Casi todos los que ahora
caminamos tus senderos,
vivíamos ignorantes
de la suerte que tenemos.
En poco tiempo enfrentamos
enfermedad, desconsuelo
y adioses irreparables
que nos destrozan por dentro.

Pero en los tiempos del miedo
lo mejor también florece.
Vecino, hermano o amigo
el corazón agradece.
Gracias a los sanitarios,
trabajadores maestros
y buenos agricultores
que nos trajeron sustento.

Al alcalde y a su equipo
por liderar con su ejemplo
en tiempos de incertidumbre
agradecemos su esfuerzo.
A los niños su cariño,
a los mayores su celo,
y a todos los que nos quieren
hacerlo más llevadero.

María de Grijasalbas,
volvemos si hemos podido
a ponernos a tus plantas;
los corazones fundidos
No han faltado mayordomas
para venirte a rezar,
a vestirte con tu manto
que nos da una identidad.

Renunciaron a sus galas
con amor y convicción,
y han mostrado generosas
cómo hacer bien su labor.
No te faltan tus danzantes
para bailar en tu honor.
Si no pueden los zapatos
lo bailará el corazón.

Ser danzante es más que lazos,
o enaguas con almidón.
Danzante de casta honda
se lleva en el interior,
y muchos aquí presentes
lo han sido, serán y son;